domingo, octubre 19, 2008

Carta en mi pasillo.

Desperté y estaba nublado, lo primero que hice fue proyectarme. Fab me vio salir de mi habitación y cuando me miró, yo lo miré a él y le expresé: qué feo está el día...el no dijo nada, simplemente siguió mirándome. Ignoré y seguí caminando por el pasillo, mi vista se dirigió hacia el final donde termina la pared de este pasillo, había una hoja amarilla pegada y leí lo siguiente:


Cada hombre lleva en sí una habitación
Franz Kafka


Silenciosamente las aves vuelan a través de nosotros...

A través de todas las criaturas va un espacio único

espacio interior del mundo. Silenciosamente las aves vuelan

a través de nosotros. Ay, yo soy el que quiero crecer,

miro hacia afuera y dentro de mí crece el árbol.

R.M. Rilke


Fui de vuelta a la habitación donde estaba fab, y me vi palpitante cuando le pregunté quien había puesto eso en la pared. Me contestó tranquilo que era un regalo de Monica y sonrió.

Sonreí también por la tranquilidad, de que los autores provienen de muchas partes, de muchas personas, no solo de alguien en particular. Y que somos nosotros quienes escogemos sacar lo mejor de las cosas que nos pasan enfrente. Esto para mí es lo mejor que me pudieron haber mostrado, mientras me levanté por la mañana en un día nublado.






No hay comentarios: