La escuché decir: debería de haber algo más creativo qué hacer, en lugar de una marcha...
Pueblo con hambre, pobres diablos, políticos abrasivos... marchas, marchas.
¿Nosotros mismos abrasivos?
Un señor le gritó a la guardia del metrobus: son una bola de rateros! -Disculpe señor solo llega hasta Reforma...- contestó la vigilante.
y yo que me sentí mal porque no puse mi palabra del lunes hasta muchas horas después del mismo día...