Carta
Las palabras que te desabotonan las venas son las que se leen en una carta. Las palabras se enamoran, se valoran, y hasta se respetan unas a otras en una carta.
Las palabras más serias, las palabras más abrasivas, las palabras que se juran y se castigan para la eternidad son las que se leen en una carta.
Me gustan las cartas porque viajan. Las cartas tienen un viaje de inicio, varias paradas y un destino final. Inician en las manos creadoras, después hacen pequeñas escalas entre unas o varias desconocidas y hasta el final, aterrizan en las manos que deciden su vida o muerte. Su conservación o su olvido.
Cada carta es un tesoro. Un testimonio; de que alguien pensó detenidamente, tuvo tiempo y elocuencia de su muñeca y puño para dejarlo escrito; que alguien sintió tan profundo algo, que transformarlo en palabras fue lo mejor que pudo haberle sucedido.
Las cartas son cómplices de un silencio extravalorado,
son esperanza y fé.
Cardona.
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