salir a recorrer las colonias cercanas, en bicis pimpeadas con el Rojo. Quien casi en cada oxxo que topamos, compró una cheve. Vimos a un violinista que tenía un pie refrescándolo en una fuente. A un negro vestido de lino y boina blanca. A una señora echada en la banca de la glorieta, tomando el sol, sintiendo el fresco de la fuente.
ahora tengo que ponerle nombre a mi nueva bici, voy a pensar...
ahora tengo que ponerle nombre a mi nueva bici, voy a pensar...
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