domingo, marzo 14, 2010

I don't trust people who don't like onion.

Siempre llego y llegaré un poquito atrasada a las citas. Ya sean citas con amigos, de trabajo ...y creo que si no tuviera este detalle esencial para mí, cada encuentro acordado perdería un poco de sentido. Parece ser que siempre me gusta que las cosas tengan algo de rush, me den trabajo o dificultad, antes de conseguir tenerlas al alcance.

Hace unos días tuve la oportunidad de reencontrarme con el Rod Navarro, curiosamente coincidimos en que vivimos ahora cerca, a casi dos calles, y por eso fue más placentero todavía encontrarme con él. Rod estaba a punto de partir hacia Tijuana, después de vernos, pasaría estos días en el rancho. Platicamos brevemente y puntalmente sobre todo, a pesar de tener casi unos 4 años de no vernos. Fue fácil y rápido entrar en sintonía con él, después de algunos minutos.

Resultó que cenamos mucho chop suey, arroz chino, además me cedió el rollo primavera del menú y bebimos un par de cervezas. Lo acompañé hasta su departamento para que tomara el taxi al aeropuerto y después nos despedimos prometiendo volvernos a ver a su regreso. Tiene una novia colombiana que todo el tiempo está tratando de comunicarse con él a su blackberry (risas). Yo le dí carrilla diciéndole que eso es control y él, como es su naturaleza, tranquilo me contestó. Mira, no es una pelea de egos, y estoy consciente de que nisiquiera busco ganar: te controlo, vs. pues no me vas a controlar. Las veces que sean necesarias explicarle cómo son las cosas, lo haré. Quiero que lo entienda realmente. Le contesté con mucha honestidad lo que le mencioné, que era un buen hombre, y después sonreí sin mostrar los dientes.

Ahora estoy encerrada en un hotel, desde ayer. He usado elevadores un par de veces, saludado a las camareras, sonreir de vuelta a los que me han sonreído aquí cuando me ven pasar, ver por la ventana lo que pasa afuera, he dejado la tele prendida mientras tengo el ipod conectado y los audífonos puestos...y haciendo todo eso, sólo he estado pensando en lo que me dijo ese día, que yo masticando el chopsuey y al terminar de decirle algo, él contestó:
es que, en quién realmente puedes confiar?
Con un gesto instantáneo deformé mi cara, porque me extrañó mucho lo que me preguntó contestándo a mis comentarios. Después reiteró muy determinante:
...en nadie Cardona, en nadie. Tan sólo en ti.


God shit...pienso que la cebolla me gusta mucho más ahora que nunca.




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