la pregunta de las crisis existenciales: quién eres?
conversaba con un chico bien parecido, alrededor de unos 26años, inmolaba ser escuchado y a mi me rompen las personalidades sumamente complejas, por no confesar que son mi debilidad. Y para esto tengo desde hace unos años esa cuestión bien adiestrada, mirar fijamente mientras alguien empieza a desmoronarse en su charla y más aún si se trata cualquier tema existencial a la hora de la comida.
Me desquician un poco los síntomas depresivos de las personas con las cuales sientes tener algo de empatía, supuestamente no es necesario envolverse, absolutamente en ninguna circunstancia, porque el problema de uno es de uno. A esto me retumbaba en la cabeza, mientras lo seguía escuchando, que el Zorro me dijo una vez: "ya sé a donde vas, tú siempre quieres tratar de salvar a las personas de sus pedos y eso normalmente sale contraproducente."
He aprendido que al final el tratar o no de ayudar a alguien inconcientemente es algo que nos atrae en cualquier momento de nuestras vidas. A mi me ha llenado algunas veces y otras más me ha dejado bailando sola. La cuestión es no quedarse vacía y endeble, seguir agarrada de esa soga de la esencia que uno sostiene conforme va pasando por la vida.Perder tu esencia es perder el piso, le dije. Puedes hacer cuantos cambios quieras en tu vida, y no necesariamente tienes que volcarte ansiosamente por saber la respuesta a esa pregunta que a todos alguna vez nos retuerce las ideas: quién eres?. Aquí se trata de ir jugando con ella, jugándola. Desgastarse mientras se piensa únicamente en el yo y tratar de esclarecer cosas que nos invaden de momento, es una locura.
Abrazo cuando veo al ser desmoronado, porque me veo reflejada, empatía.
Sonrío cuando veo que su anomalía es pasajera.
conversaba con un chico bien parecido, alrededor de unos 26años, inmolaba ser escuchado y a mi me rompen las personalidades sumamente complejas, por no confesar que son mi debilidad. Y para esto tengo desde hace unos años esa cuestión bien adiestrada, mirar fijamente mientras alguien empieza a desmoronarse en su charla y más aún si se trata cualquier tema existencial a la hora de la comida.
Me desquician un poco los síntomas depresivos de las personas con las cuales sientes tener algo de empatía, supuestamente no es necesario envolverse, absolutamente en ninguna circunstancia, porque el problema de uno es de uno. A esto me retumbaba en la cabeza, mientras lo seguía escuchando, que el Zorro me dijo una vez: "ya sé a donde vas, tú siempre quieres tratar de salvar a las personas de sus pedos y eso normalmente sale contraproducente."
He aprendido que al final el tratar o no de ayudar a alguien inconcientemente es algo que nos atrae en cualquier momento de nuestras vidas. A mi me ha llenado algunas veces y otras más me ha dejado bailando sola. La cuestión es no quedarse vacía y endeble, seguir agarrada de esa soga de la esencia que uno sostiene conforme va pasando por la vida.Perder tu esencia es perder el piso, le dije. Puedes hacer cuantos cambios quieras en tu vida, y no necesariamente tienes que volcarte ansiosamente por saber la respuesta a esa pregunta que a todos alguna vez nos retuerce las ideas: quién eres?. Aquí se trata de ir jugando con ella, jugándola. Desgastarse mientras se piensa únicamente en el yo y tratar de esclarecer cosas que nos invaden de momento, es una locura.
Abrazo cuando veo al ser desmoronado, porque me veo reflejada, empatía.
Sonrío cuando veo que su anomalía es pasajera.