Cuando iba a teatro me gustaba más jugar adentro y afuera
Una vez en algún ensayo cada quien tuvimos que hacer algo que no haríamos en público
Todo el tiempo dentro y fuera para jugar.
Agarré con tal firmeza y apreté por unos instantes mis pechos de una forma tan natural mientras decía algunas líneas que venían a mi cabeza acerca del estado del cuerpo.
Me volvía niña y Nicolás nos decía: jueguen!.
Me sentí tan bien.
Jueguen porque esto es así, el que no quiera jugar no sirve para esto.
Quiero volver.
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