miércoles, octubre 17, 2007

telaraña en una obra. (el cohete militar miniatura)

El museo antiguo colegio de San Ildefonso inauguró esta noche la muestra de la octava Bienal de Monterrey. Puro arte contemporáneo, aún así, nada de lo mostrado ahí desmiente, ni impacta al espectador...nada nuevo. Seguimos en las tablas y se sigue produciendo(reproduciendo) obra, que yo le diría, de moldes: técnico y teórico.
Durante mi recorrido por 2 salas que mantuvieron la muestra, me vino a la cabeza la palabra: riesgo. Y precisamente ésta apuesta no se ha realizado, por lo tanto, fue un término que no pude atribuirle significativamente a ninguna de las obras ahi presentes.
Unas cuantas exhiben calidad sobresaliente de un proceso artístico bien llevado, así como la consistencia de su obra, pero siguen sin tener eso que desmienta toda la línea que muy bien conlleva a la fácil conformación de innumerables muestras monótonas y colecciones de empresas privadas que no reflejan una diferenciación de lo que obtenemos de la caduca instucionalidad.

Vale la pena, de todas formas asistir y ver, pensar de cierto modo qué es lo que está generalizando estas propuestas, por qué esta línea de selección por parte de los jurados y qué pueden encerrar todas en conjunto para generar esta muestra. Cosas que pienso...

En el arte siempre hay de donde sacar hilo negro...o percatarse que una de las piezas tiene un hilo de teleraña por accidente.

nota:
hay mucho colorido, 1 video, fotografía, escultura... fantasía: el árbol de tunas. Que por cierto fue la obra que ganó la bienal. Reciclado reciclado, global global baby...

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